Y cuando decimos que está enviciada con ese color, no estamos exagerando. Esta mujer, que vive en Los Ángeles, Estados Unidos, se viste entera de rosado, tiene toda su casa adornada con el mismo tono y hasta a su ¡perro lo tiño de rosa!
Según ha contado públicamente esta obsesión suya partió hace unos 25 años e incluso es tanto su devoción por el color rosa, que hasta ha terminado relaciones amorosas debido a ques sus pareja no han comprendido su afición pink.
Ella ha dicho que esto poco o nada le importa, ya que el rosado la hace sentirse lujosa y con estilo, y esto ha su modo de ver, basta y sobra para ser feliz, mal que mal su sueño es ser apodada como Lady Pink.
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