martes, 26 de marzo de 2013

Quien inveto la musica.

Según la historia, escrita en piedra y no equívoca, la música fue "descubierta" por Pitágoras. Fue el primer hombre que en sus innumerables momentos de ocio cuando no tenia nada mejor que hacer que mirar el cielo y quemarse los ojos con el sol, pensó en el viento, en las aves, en que no se cepilló os dientes, en que necesitaba ir al baño, y de nuevo pensó en el viento y los sonidos producidos por el, por lo que lo estudio. Descubrió los acordes que se producían en el, por lo que se podría decir que fue el quien descubrió la música.

Claro, le debemos mucho a Pitágoras. Algunos pensaran que le debemos formulas matemáticas, la formula del triangulo rectángulo, los catetos, y otras cosas mas como el colegio. Pero para mí, el mayor reconocimiento es la música. ¿Por que mierda es buena la música? dirán algunos. Por que no se puede vivir sin ella. Se podía vivir sin ella cuando no existía, pero no se puede vivir sin ella cuando ya existe. La escuchamos en todas partes, en las tiendas, ascensores, comidas, comerciales, películas, etc. estamos tan acostumbrados a la música, que cuando estamos en el bosque o en el mar, hay veces que se escucha "cantar a los animales", ¡aunque ellos ni siquiera tengan cuerdas vocales!

Hay veces que uno escucha tanta música, que cuando camina no puede evitar pensar en una canción, aunque no sepa el nombre de esta ni el autor, ni los acordes que tiene ni cuando fue escrita. Es solo que la melodía de esta se adapta perfectamente al estado de animo que tenemos en ese momento determinado. Y se adapta tan bien, que nos enamoramos de ella.

No entiendo muy bien si la música es un vicio o un arte, pero hasta ahora solo he “probado” que la música es producto del ocio de alguien. Y si la música es un producto del ocio, también nos hacer ser más ociosos. No en el sentido de ser vago, más bien en el sentido de dedicarnos a una sola cosa concentradamente. Puede ser en alguien, en un ejercicio, en un problema, en una solución, en un texto, en un recuerdo. Y por conclusión, si la música es producto del ocio, y la música es buena para nosotros, entonces el ocio es bueno para nosotros. ¡Viva el ocio!

Pitágoras debería haberse ganado un Nóbel.
Pitágoras estudió la naturaleza de los sonidos musicales. La música griega existía mucho antes, era esencialmente melódica más que armónica y era microtonal, es decir, su escala contenía muchos más sonidos que la escala de doce sonidos del mundo occidental. Esto no es algo inusual en las tradiciones musicales orientales donde la música es enteramente melódica. Los intervalos más pequeños no se pueden escribir en nuestra notación actual aunque algunos cantantes modernos e instrumentalistas de jazz los ejecuten.

Fue Pitágoras quien descubrió que existía una relación numérica entre tonos que sonaban “armónicos” y fue el primero en darse cuenta de que la música, siendo uno de los medios esenciales de comunicación y placer, podía ser medida por medio de razones de enteros. Sabemos que el sonido producido al tocar una cuerda depende de la longitud, grosor y tensión de la misma. Entendemos que cualquiera de estas variables afecta la frecuencia de vibración de la cuerda. Lo que Pitágoras descubrió es que al dividir la cuerda en ciertas proporciones era capaz de producir sonidos placenteros al oído. Eso era una maravillosa confirmación de su teoría. Números y belleza eran uno. El mundo físico y el emocional podían ser descritos con números sencillos y existía una relación armónica entre todos los fenómenos perceptibles.

Pitágoras encontró que al dividir una cuerda a la mitad producía un sonido que era una octava más agudo que el original (Do al Do superior); que cuando la razón era 2:3 se producía una quinta (la distancia de Do a Sol) y que otras razones sencillas producían sonidos agradables.

La razón por la cual encontramos a estos intervalos más agradables que otros tiene que ver con la física de la cuerda tocada. Cuando una cuerda de 36 cm se rasga, no sólo se produce una onda de 36 cm, sino que además se forman dos ondas de 18 cm, tres de 12, cuatro de 9, y así sucesivamente. La cuerda vibra en mitades, tercios, cuartos, etcétera. Y cada vibración subsidiaria produce “armónicos”, estas longitudes de onda producen una secuencia de armónicos, 1/2, 1/3, 1/4… de la longitud de la cuerda. Los sonidos son más agudos y mucho más suaves que el sonido de la cuerda completa (llamada “la fundamental”) y generalmente la gente no los escucha pero son los que hacen que los instrumentos musicales suenen diferentes entre sí. Ya que Do y Sol, a una distancia de quinta, comparten muchos de los mismos armónicos, estos sonidos se mezclan produciendo un resultado agradable.

Sin embargo, Pitágoras no sabía nada de armónicos. Él sólo sabía que la longitud de la cuerda con las razones 1:2 y 2:3 producía unas combinaciones de sonidos agradables y construyó una escala a partir de estas proporciones. En sus experimentos, Pitágoras descubrió tres intervalos que consideraba consonantes: el diapasón, el diapente y el diatesaron. Los llamamos la octava, la quinta y la cuarta porque corresponden al octavo, cuarto y quinto sonidos de la que conocemos como escala pitagórica diatónica. La llamamos quinta porque corresponde a la quinta nota de la escala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario